
Dos vinos que defienden el origen: Las Margas Los Cerezos y Prados Privé
En un contexto en el que cada vez más consumidores buscan autenticidad, sostenibilidad y calidad, dos vinos aragoneses destacan por representar el alma de sus respectivos territorios. Nos referimos a Las Margas Los Cerezos de Bodem Bodegas y Prados Privé de Pagos del Moncayo, protagonistas en el reciente artículo publicado por Diario Vasco, donde se pone en valor la importancia de mantener las raíces en la elaboración del vino.
Ambas bodegas comparten una misma visión: el respeto absoluto por el origen y por las variedades autóctonas o bien adaptadas, apostando por una viticultura responsable. Sin embargo, cada una lo expresa con su propio carácter, marcado por el suelo, el clima y el estilo de elaboración.
Las Margas Los Cerezos: la garnacha fresca de Bodem Bodegas
Bodem Bodegas, situada a los pies de la Sierra de Algairén, en la Denominación de Origen Cariñena, elabora vinos que nacen directamente del suelo, como su nombre indica —“bodem” significa “suelo” en holandés—. Su filosofía se basa en trabajar cada parcela de forma individual, respetando al máximo la tipicidad de cada microclima y orientación.
Uno de los vinos más representativos de esta visión es Las Margas Los Cerezos, una garnacha que ha sido reconocida por su elegancia y frescura. Este vino se elabora a partir de viñedos en altura, plantados en suelos pedregosos de la Sierra de Algairén, un entorno natural de gran valor ecológico. El resultado es un tinto mineral y jugoso, con taninos pulidos y un perfil aromático dominado por frutas rojas y toques florales.
En la Guía Proensa 2025, Las Margas Los Cerezos 2021 ha obtenido 91 puntos, lo que refuerza su posición como una de las garnachas más prometedoras del panorama actual. Además, se trata de un vino vegano certificado, elaborado bajo criterios de mínima intervención y con un firme compromiso medioambiental, algo que define a toda la gama de Bodem Bodegas.
Prados Privé: la excelencia artesanal de Pagos del Moncayo
En el otro extremo del valle del Ebro, a los pies del Moncayo, encontramos la bodega Pagos del Moncayo, en pleno corazón de la DO Campo de Borja. Esta pequeña bodega familiar se ha especializado en elaborar vinos artesanales que reflejan el carácter más puro de la tierra. Entre ellos, destaca Prados Privé, una edición limitada de Syrah 100 %, elaborada con uvas vendimiadas a mano y vinificadas mediante pisado tradicional en lagares abiertos.
Prados Privé encarna la esencia del “lujo tranquilo”: un vino que no necesita artificios para brillar, porque su profundidad, complejidad y equilibrio hablan por sí solos. Su paso por barrica de roble durante varios meses aporta estructura y notas especiadas, sin enmascarar la fruta ni el origen.
Este vino ha sido mencionado en el artículo del Diario Vasco como uno de los ejemplos más claros de cómo mantener las raíces sin renunciar a la excelencia. El compromiso de Pagos del Moncayo con el medio ambiente es también evidente: la bodega cuenta con el certificado ECO-PROWINE por su baja huella de carbono y utiliza energía solar y procesos de mínima intervención.
Un origen común, dos estilos complementarios
Aunque Bodem Bodegas y Pagos del Moncayo trabajan en zonas diferentes —Cariñena y Campo de Borja, respectivamente—, ambas comparten el deseo de elaborar vinos que cuenten una historia real. Tanto Las Margas Los Cerezos como Prados Privé son vinos que conectan al consumidor con el paisaje y con la tradición, sin dejar de mirar al futuro.
Si algo nos recuerda el reportaje de Diario Vasco es que el vino no es solo una bebida: es cultura, identidad y territorio. Y en ese sentido, estas dos etiquetas aragonesas son grandes embajadoras de su tierra.